En el contexto actual donde nos encontramos con vidas malogradas por las prisas y las preocupaciones, en la que enfermedades mentales y trastornos como la ansiedad y el estrés van en aumento, cada vez es más evidente que algo no se está haciendo bien.

Está claro que las situaciones desagradables siempre van a estar presentes de una u otra manera y con mayor o menor frecuencia en nuestras vidas: un atasco, un problema en el colegio del niño, un Erte en el trabajo, o simplemente llegar que se queme la cena. Se trata de aprender a lidiar con estas situaciones de la mejor manera posible. En medio de la búsqueda de herramientas y remedios para sobrevivir mejor, se está poniendo la atención en la manera en que respiramos para así poder afrontar situaciones que nos provocan sufrimiento. 

Y es que no le damos la suficiente importancia. Sin embargo, no hay más que fijarse en cómo por ejemplo los artistas se preparan con ejercicios de respiración antes de subir al escenario. O bien en cómo ante el inmenso reto de dar a luz la manera de respirar toma una importancia crucial.

Nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra respiración no están igual a la hora de ir a trabajar que al ponerse el pijama para ir a dormir, ir al dentista o cuando te arreglas para salir a cenar. Asimismo, a través de los diferentes ejercicios de respiración podemos manejar las diferentes situaciones retadoras que nos vamos encontrando. 

Desde la sabiduría milenaria del Yoga, ya se dieron cuenta de los beneficios que tienen diferentes maneras de respirar y diseñaron las técnicas de respiración conocidas como Pranayama (prana: fuerza vital, aliento; yama: control, dominio). Cada técnica de Pranayama tiene unos beneficios: la concentración, obtener introspección, calmar la mente, conducir a un estado propicio a la meditación… algunos son recomendados para practicar por la mañana y otros por la tarde noche. Constituyen el cuarto de los 8 pasos hacia el estado de iluminación según el Yoga Sutra de Patanjali, y personalmente ha sido un fascinante descubrimiento, casi revolucionario.

Deja una respuesta